Australia Occidental es un gran lugar para estar para el fin del mundo. Y una prueba de ello es la última película producida por Quiksilver sobre Kael Walsh titulada “Idiot Box.” Un surffilm sin desperdicio, en el cual lo que es realmente estupido es la capacidad de Kael para volar y hacer más trompos que una peonza en el aire.
“Cuando el Covid comenzó, fue uno de los primeros lugares en cerrarse”, explica Kael Walsh. “Entonces nunca lo levantaron realmente. Nadie podía ingresar sin el permiso adecuada, e incluso si tuviera eso, tenía que estar en cuarentena durante 14 días. Pero si estabas dentro, en realidad no había ninguna restricción. Estábamos completamente aislados. Mientras el resto del mundo lidiaba con eso, nosotros solo hacíamos lo nuestro”.
La “cosa” de Kael es el surf. Más concretamente, metiéndose en olas violentas con cierta despreocupación y haciendo aereos que crearían una sensación de desasosiego en las tripas de los que temen a las alturas. Un loco en toda regla. Y con lo suyo, uno de los mejores lugares para practicarlo es Australia, un combo perfecto en Idiot box.
En ese año Kael recorrió la costa de arriba a abajo, buscando y peleando por conseguir olas que suponen un gran reto y se han quedado metidas en su memoria en el progreso. Surfeó durante horas y horas; Para ello se necesita una cantidad absurda de tiempo en el agua para encadenar tanto surf de matricula, ningún piloto sabe despegar tan rápido sin haber entrenado tanto. Tienes que poner tu corazón en ello y esperar que valga la pena.
“Hay tantas cosas disponibles hoy, pero siento que muchas de ellas están hechas para verlas solo una vez: para la próxima semana, ya hay un nuevo episodio o lo que sea. Todavía veo mis películas de surf favoritas todo el tiempo y siento que falta eso. Quiero hacer cosas que la gente vea una y otra vez”.