Aquí encontrarás información útil sobre los puntos claves y partes principales de una tabla, así como los pros y contras de las distintas formas de tablas.
Pies y pulgadas
El sistema de medidas oficial para las tablas de surf son pies (') y pulgadas (“). La equivalencia a centímetros sería la siguiente:
La longitud es la medida (recuerda, en pies y pulgadas) de la tabla desde la punta hasta la cola. Una tabla larga será más estable que otra que sea corta, ya tiene una mayor superficie en contacto con el agua y mejor flotabilidad, de modo que será más fácil ponerse de pie y mantener el equilibrio; sin embargo será más difícil girar y maniobrar que con una tabla más corta.
Una tabla larga es recomendable en general para novatos. También es recomendable para surferos experimentados que quieren surfear olas grandes, donde se necesita una tabla rápida y estable. Una tabla corta es recomendable para surferos de nivel intermedio y avanzado que quieran surfear olas pequeñas y medianas, y hacer maniobras.
La anchura es la medida de la tabla de lado a lado. La anchura, actúa de forma parecida a la longitud, es decir, que contra más ancha sea una tabla, más estabilidad tendrá, pero será difícil maniobrar con ella.
Una tabla ancha es recomendable para los novatos gracias a su estabilidad, aunque los surferos experimentados usan tablas cada vez más anchas para olas pequeñas ya que al flotar más se le saca todo el provecho a estas olas. Las tablas estrechas permitirán a los surferos más experimentados hacer maniobras con facilidad.
El grosor es el volumen de la tabla, es decir lo gruesa o fina que esta sea.El grosor de la tabla es lo que va a determinar, entre otras cosas, que la tabla flote más o menos. A mayor grosor, más flotará (lógico ¿no?), y si flota más, la tabla será más estable, pero menos maniobrable.
Una tabla gruesa es recomendable para novatos y surferos pesados que necesitan más flotabilidad. En cambio una tabla fina al ser muy maniobrable pero poco estable es recomendable para surferos experimentados.
El rocker es la curvatura de la tabla desde la punta hasta la cola. La curvatura suele ser mayor en la punta de la tabla y algo menos en la cola. Cuanto más rocker tenga la tabla mejor girará, pero será más lenta ya que la curva ofrece resistencia al avance de la tabla en la ola.
Una tabla con mucho rocker es recomendable para olas muy potentes y también para olas bacheadas ya que la curva de la tabla absorbe los baches de la ola. Para olas con poca fuerza y pequeñas es recomendable una tabla más plana (con menos rocker). Quizá esta opción sea la mejor para los novatos.
Los cantos son los bordes de la tabla. Es la parte que se encuentra más en contacto con la ola, y su forma puede variar desde cantos redondeados a cantos más afilados.
Los cantos redondeados se agarran menos a la pared de la ola pero con ellos es más fácil maniobrar. Los cantos más afilados permiten a la tabla agarrarse mejor a la ola, y por eso se suelen usar en olas potentes con paredes verticales.
La cola o popa es la parte inferior de la tabla y las hay con varias formas:
El fondo es la parte de abajo de la tabla, la que se encuentra en contacto con el agua. En muchas ocasiones suele tener canales o ser ligeramente cóncavo para que la tabla se agarre bien a la pared de la ola.
Quillas
Las quillas son las pequeñas aletas que se encuentran debajo de la tabla en la zona de la cola. Son las que hacen que la tabla se agarre a la ola y no derrape. Hay varias maneras de colocar las quillas, aunque lo general es que las tablas tengan tres quillas, una justo al final de la tabla y otras dos un poco más adelantadas a cada lado. Cuentan con un sistema de anclaje que hace que sea fácil ponerlas y quitarlas con una llave especial.
Existen quillas de distinto tamaño y fabricadas con materiales de diferente flexibilidad para lograr mayor agarre o por el contrario más maniobrabilidad.
Cada parte de la tabla puede tener características diferentes, pero los shapers combinan diferentes características para conseguir que las tablas funcionen bien en todas las condiciones posibles, y no tengas que elegir entre una tabla estable o una maniobrable, pudiendo tener características de las dos. Por ejemplo, un shaper puede diseñar una tabla que sea gruesa en la parte que soporta el peso del surfero, y fina desde el centro hasta la punta. Con esto logra que la tabla tenga flotabilidad pero que también sea maniobrable.
Te puedes imaginar que el tema de las formas y diseños de tablas es mucho más complejo de lo que en esta guía has podido leer, de modo que lo mejor, a la hora de comprar una tabla, es pedir consejo los expertos de las tiendas, que sabrán orientarte en el tipo de tabla que necesitas según tu nivel, altura, peso y tipo de olas que vas a surfear.