En un mundo globalizado, interconectado a nivel de transportes y virtual, el desarrollo es imparable. A pesar del crecimiento agresivo de nuestra cultura del dominio, aún quedan lugares que mantienen un ritmo suave y se mantienen casi intactos. Como lo es Maldivas, y sus olas. Por ello los que bien han nacido ahí ,bien han decidido dejarlo todo para retirarse a las lejanas islas de Maldivas, van a luchar para protegerlas.
A comienzos de semana un grupo de surfistas maldivos han sido arrestados cuando pretendían protestar contra la construcción de un puente que conecta Malé y Hulhulé. Este puente supondría el fin de las olas de Raalhugandu en el atolón de Malé.
Además de este grupo de surfistas, dos surfers miembros de la Asociación Maldiva de Surf (MSA), han sido detenidos mientras surfeaban uno de los breaks principales en Malé.-Las autoridades habían prohibido surfear en ese spot, pero los detenidos han alegado no conocer semejante prohibición.-
A pesar de que el gobierno maldivo ha afirmado que la construcción del puente que conectará la capital de Malé con el aeropuerto no afectará a la calidad de las olas, los surfistas quieren pruebas documentales de ello. Como señalaba el post del presidente de la Asociación Maldiva de Surf (MSA): “ Las palabras de boca a boca no son suficientes. Necesitamos pruebas creíbles.”
El futuro del surf es incierto en el atolón de Malé. Por el momento lo único que sí puede afirmarse como cierto, son las barcazas de obra librando cargas sobre el fondo turquesa de Maldivas.