Texto y edición por Andrés Sánchez Belzunces
Hace una semana pudimos hablar con Iñigo Urdinaga el autor de “Un surfista en busca del paraíso”. Un libro de surf con el que se identificara todo surfista que se precie, y si no lo disfrutara.
Un surfista en busca del paraíso es una joya que ha dejado un surfer que ha vivido toda la transformación del surf en la península, desde prácticamente sus comienzos hasta su actual explotación masiva. Así haciendo inciso en toda la masificación y lecciones del surf nos cuenta en forma de breves relatos autobiográficos como el surf nos llega a todos y como nos engancha.
Esto solo es una parte ya que hay mucho más, para entenderlo mejor os dejamos la sipnosis:
En Hawái llevaban siglos cogiendo y disfrutando las olas, pero en unas pocas décadas el hombre blanco ha transformado totalmente el surf. Ahora tenemos mejores tablas, trajes de neopreno, predicciones marítimas, coches y hasta vuelos a islas remotas. A cambio, hemos saturado muchas costas de cemento, hay demasiados surfistas en todas partes y no somos más felices que los antiguos indígenas hawaianos.
Ese es el hilo principal de este libro tan difícil de clasificar como fácil de gozar. ¿Estamos cada vez más lejos o más cerca del paraíso?
Con todo el interés que suscita un libro así para un surfista hemos podido plantear algunas cuestiones a su autor:
Entrevista a Iñigo Urdinaga
– ¿Porque surgió la necesidad de escribir este libro?
Leo mucho y a veces escribo. Tenía cuadernos de mis viajes y diarios surferos de adolescencia, veía cosas en el actual mundo del surfing que muchos critican en privado pero que apenas se mencionan en público. Leo mucho sobre surf, llevo ya 35 años surfeando… De la mezcla de todo eso, el texto fue tomando lógica propia…
– ¿Cual ha sido tu viaje más destacable?
El lugar que más me ha impactado nunca es India, pero en cuanto a surf, quizá Fiyi. En el libro lo describo como el lugar en el que saboree más plenamente el paraíso. Se dio una mezcla de factores: me quedé solo en Cloudbreak con bastante mar, me hice un tubo gordo imposible de olvidar y llegué a rozar el éxtasis, literalmente. Fue como irreal, de ensueño, y sigo buscando aquí y allá para que me cuadre algo así de nuevo.
– ¿Crees que la popularización del surf llega a un equilibrio o será un deporte demasiado masificado? ¿quedarán picos sin explorar?
Aún quedan lugares inexplorados – algunos dicen, por ejemplo, que en Rusia puede haber olas…-, todavía hay spots remotos con poca gente, pero cada vez son menos en todas partes. Y la realidad es que, el día a día, incluso ese surf trip de dos o cuatro semanas, requieren competir en el agua y eso devalúa mucho la esencia del surf... Creo que la masificación ya es el mayor problema que tenemos. Las olas son un recurso natural limitado y ya es hora de que empecemos a hablar de desarrollo sostenible también en el surf: limitar escuelas, no exponer tanto los picos, pedir responsabilidad…
– ¿Qué medidas crees que se deberían tomar medidas para garantizar un futuro sostenible, tanto de cuidado de los océanos como de nuestras olas?
No soy ningún experto en el tema. Lo que sí veo es que en el mundo del surfing hay mucho ecopostureo con lo más obvio, el plástico en el mar. Pero no oigo hablar sobre reducir consumo, compartir coches, coger menos vuelos, coste medioambiental de las piscinas de olas…
– ¿ Qué consejo le darías a los surfistas para encontrar el paraíso?
Puffff. Para mí ha sido imprescindible llevar una vida coherente con mis propios valores. Me pregunté en serio: ¿cuánto tiempo y esfuerzos quiero dedicarle al dinero y cuánto al surf?… Limité mis ambiciones económicas y materiales para tener más tiempo para mí y para surfear. Pero bueno, cada uno sabrá. Parece que hay gente que le gusta vivir a mayor velocidad…
– ¿Con respecto a la respuesta anterior, crees que el paraíso está fuera o se encuentra en uno mismo? ¿Por qué el surf nos ayuda a encontrarlo?
Sí, es verdad que el surf a veces nos acerca al paraíso, pero otras veces también nos aleja, ¿no? Cuántos baños malos, cuántas frustraciones. A mí me falla mucho menos e mar que el surf. Y sí, el paraíso lo llevamos dentro, pero reconozcámoslo: hay lugares y circunstancias en las que es más fácil o más frecuente saborear el paraíso. Debemos cuidar cada lugar, y cada momento.
En definitiva es un libro sino de los mejores sobre surf, que te hará sonreír y reflexionar sobre nuestro estilo de vida, de cuanto nos queda para alcanzar el paraíso. Ya que al final de eso debería tratar todo.