El surf a un nivel medio, sin buscar las sensaciones extremas del tamaño gigante o los fondos de roca o coral expuestos, no es un deporte especialmente peligroso, pero hay que tener en cuenta unos consejos de seguridad en el surf. El índice de pequeños accidentes es inferior al de otros que se practican en un medio más agresivo que el agua.
¡SEGURIDAD EN EL SURF ANTE TODO!
Nunca está de más tener un cuenta una serie de consejos que reducen el riesgo de sufrir pequeños accidentes, golpes, sorpresas o sustos, o causarlos a otros surfistas en el agua. ¡Aquí van!
En primer y básico lugar está el uso del sentido común. No meterse al agua en condiciones que excedan nuestras capacidades, tanto de nivel de surf como de preparación física. Estudiar el spot antes de entrar, localizar pasillos de entrada, corrientes, de las que os hablamos en este artículo, posibles rocas, tamaño y fuerza de las olas, y planear nuestro surfing, a poder ser siempre acompañados o en lugares con más surfistas en el agua. Importantes consejos para surfear solos, en este enlace.
Además de un buen estado físico y mental, sin dejarnos apoderar por el miedo o el pánico, miedos en el surf que os explicamos cómo controlar en este otro artículo, el equipo de surf debe de ser adecuado y en buenas condiciones. Traje de neopreno necesario si el agua está fría evitando hipotermias, leash en buen estado también para no perder la tabla, quillas bien apretadas y tabla adecuada a nuestro nivel de surf y las olas que vayamos a surfear, bien encerada y sin desperfectos.
Ya en el agua es muy importante que respetemos las normas básicas de preferencia y seguridad, de respeto y comportamiento con los demás surfistas que os detallamos en este artículo.
Precisamente porque podríamos recibir su tabla si la suelta, e intentar no cruzarnos con la trayectoria de otros surfistas en la ola, procurando “comernos la espuma” antes que pasar delante del surfista que ya está en la ola interrumpiéndole por la pared limpia.
En caso de caída, obviamente procuraremos no hacerlo de cabeza y en dirección al fondo, además de protegernos la cabeza con los brazos en el revolcón para evitar que la tabla pueda golpearnos. No pillaremos una ola, aunque sea perfecta, si hay alguien al que pudiésemos atropellar en la trayectoria del drop.
Del mismo modo, intentaremos en lo posible no estar en la trayectoria de los surfistas que van a pillar una ola, anticipándonos a ello y desplazándonos de lugar al ver llegar la serie. Surfeando, evitaremos maniobras que impliquen peligro a los demás y no abusaremos de pasadas rasantes, demasiado cerca de otros compañer@s.
Si la tabla es muy puntiaguda, existen en el mercado unos protectores del nose de silicona, los Nose Guards, que amortiguan el impacto en caso de golpe con la punta. Un Leash del tamaño adecuado para cada tabla, adaptándolo con holgura ya sea para una tabla corta o un longboard, evitará un retorno de la tabla demasiado rápido en las caídas.
Las quillas de “filo” de silicona que hay en el mercado funcionan muy bien y evitan con su material cortes y rasguños. En casos de gran multitud de gente, rocas o tamaño, o para una precaución mayor, los cascos de surf son muy útiles y evitaran los “cabezazos“. Para problemas de oídos es muy recomendable usar tapones especiales para el agua como os contamos en este otro artículo.
Todos estos consejos ayudarán a disfrutar de un surf más seguro y divertido, sin sustos ni pequeños accidentes. Pero ante todo, siempre, volvemos al primer punto: Haz uso del sentido común, del respeto por la naturaleza, los demás surfistas y tus propias limitaciones. ¡Y a surfear!
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