Por Alvaro Urkiza, redacción Todosurf.com
El Surf es un deporte asentado hoy en día en España: más de 30.000 deportistas federados en un deporte ya olímpico, equipos nacional y autonómicos que participan en competiciones internacionales, surfistas profesionales como Aritz Aranburu, Jonathan Gonzalez, Garazi Sanchez o Gony Zubizarreta que cosechan victorias alrededor del mundo, marcas de tablas y material españolas, previsión de olas profesional española como la de Todosurf.com, revistas, vídeos, surfcamps, surf schools, entrenadores, buenos fotógrafos…
Pero todo esto que hoy nos parece normal tuvo comienzos heroicos hace unos años, cuando en España el surf era totalmente desconocido y un puñado de pioneros, valientes, inquietos y precursores se lanzaron en los años sesenta del siglo pasado a experimentar sobre tablas rudimentarias en las olas vírgenes de nuestras playas.
Según recuerda Pedro Temboury, director del film “La primera Ola”, “En aquella época, el surf era una cosa de locos, la playa no estaba todavía consolidada como lugar para el ocio. La gente alucinaba cuando veía a alguien metido con una tabla dentro de un mar hostil”
El surf arraigó enseguida en el sur de Francia a finales de los años 50, pero en el lado español de la frontera, en plena dictadura franquista, aún debería esperar unos años. Desde distintos focos en el norte Cantábrico, Andalucía y Canarias, almas inquietas y revolucionarias, fueron construyendo o comprando las primeras tablas, dándose los primeros revolcones y surftrips descubriendo spots. Vistos como bichos raros por aquella España de copla, suecas y toreo. Nadie excepto unos pocos sabia que era el surf y que se podía practicar en nuestras costas.
“No teníamos ni puñetera idea. ¡Nos metíamos cada hostia!”, recuerda Amador Rodríguez, uno de ellos. Su amigo Félix Cueto, ya fallecido, es considerado el auténtico pionero. La persona que trajo el surf a España. “Félix tenía una hermana azafata. De uno de sus viajes trajo el Surfin’ USA de los Beach Boys. En la portada del disco aparecía una ola en Hawái de unos tres metros surcada por un surfista. Félix al verlo me dijo: ‘Eso se puede hacer aquí’. En 1962 fabricó una tabla. No sé ni cómo. Pesaba tanto que teníamos que bajarla entre los dos a la playa”.
El milagro sucedió al año siguiente, 1963: “ Félix me dijo que había fabricado una tabla nueva durante el invierno. La hizo a partir de las indicaciones de una revista americana, el articulo que podéis ver aquí de la mítica Mecánica Popular. Así que, cuando llegó el verano, nos metimos en el agua y empezamos a intentarlo. Al principio cogíamos las olas ya rotas, las espumas. Un día que había un poco más de mar me metí, empecé a remar, traté de coger dos olas y me caí. Pero a la tercera, por azar, enganché una ola en paralelo a la playa. Aquella ola me iba rompiendo por detrás. Cuando salí del agua, Félix me cogió por el cuello y me gritó exultante: ‘¡Cabrón! ¡Eso es el surf! ¡Eso es el surf!”.
La primera ola reúne a los principales protagonistas de esta historia apasionante, la llegada a España de un deporte que siempre fue más: un estilo de vida, una filosofía. Recupera imágenes en super-8 tomadas en aquel tiempo en una historia extraordinaria y real que comienza con una pieza del No-Do de principios de los 60, cuando España vivía entre inauguraciones de pantanos por parte del general Franco, desfiles militares y procesiones católicas. Una verdadera revolución silenciosa.
El locutor asegura: “Según nos informan nuestros corresponsales en el extranjero, un nuevo deporte ha llegado a las costas del sur de Francia, el llamado surf o el surfing, curiosa modalidad que tiene su origen en las islas Hawái y que consiste en deslizarse sobre las olas de pie en una tabla de madera. ¿Llegará alguna vez a nuestra amada patria semejante disciplina? No es España tierra propicia para las frivolidades ni amiga de las influencias externas, así que creemos poder asegurarles que imágenes como las que han podido ver en este reportaje jamás las verá en las costas de nuestra gran nación”. De los años sesenta hasta hoy…
A partir de focos aislados como el de la playa de Salinas (Asturias), donde lo practicaban Félix Grande y Amador Rodríguez, y más tarde en Santander con los Meco, Fiochi, Beraza, Gipuzkoa y Bizkaia con Iñigo Letamendia futuro creador de Pukas y Galicia con Irisarri y Bremón, ademas de las islas Canarias y Andalucia, con muchos más nombres anónimos que escribieron las primeras líneas de esta historia, el surf fue extendiéndose en España.
Hippys patrios, primeros vagabundos de la playa en sus furgonetas, melenudos libertarios, vistos como extraterrestres por los españoles de la época, disfrutaron playas vacías y sin ladrillazo con olas vírgenes para ellos solos, descubriendo y bautizando spots armados de sus rudimentarias tablas sin leash y trajes como las legendarias “Corazas Beraza”, primeros neoprenos fabricados por el mítico surfista cantabro Carlos Beraza. Pronto, a mediados de los 70, aparecen las primeras factorías de tablas como las de la comuna “Casa Lola” en Loredo, germen del futuro emporio Pukas.
Las primeras tiendas, los primeros campeonatos… Y hasta Hoy! Así que si ves a un veterano en el pico o fuera del agua, un canoso mayor curtido, lleno de salitre y horas de surf, piensa y recuerda que a ellos debemos que el deporte que nos apasiona esté en nuestras vidas.
Porque de surf solo debes saberlo todo, Todosurf.com #saberlotodosurf