Iker y Adur Amatrian son dos chavales de 12 y 9 años respectivamente. Siguen los pasos de su padre, la leyenda viva del surf nacional Ibon Amatriain. Acaban de publicar un vídeo resumen en el que su surf habla por sí solo.
La cantera de Zarautz tiene un valor seguro en ellos. Sobre todo por la calidad humana y los valores con los que están siendo educados. Si su surf es bueno, su calidad como personas y su responsabilidad lo es mucho más.