Y Shipstern Bluff es una de esas olas que con su verticalidad, su agresiva potencia y amenazante rápidez parece gritar: MANTENERSE FUERA.
Como niños que se adentran en una casa abandonada donde saben que no deben estar porque algo terrible puede ocurrir. Pues bien esos niños son Danny Griffiths, Russell Bierke, Rudi Schwartz, y James McKean.
Y a la cámara Dave Otto, para dejar prueba de la locura y devastación en la isla de Tasmania de estos últimos días.