El sobrinísimo de Brian Bielmann ha seguido los pasos familiares para trazar un camino hacia si mismo y hacia el fondo de la tierra. Algún día se encontrará absorbido por un tubo o por alguna grieta de alguna montaña de nombre impronunciable. Con una vida que a priori parece por todos envidiables, procuremos no dejarnos embaucar sin frenesí por nuestros juicios de “¿Y si lo dejo todo, y me marcho?- y disfrutemos de estas imágenes, y ya lo que tenga que ser, SERÁ.