Bella Barcelona, bella su gente, belles sus olas de invierno. La Barceloneta ha querido traer unos cuantos regalos a los surfers de la Ciudad para hacerles el invierno más ameno.
Otro día de buenas olas en el tan desagrecido mar para los surfistes mediterráneos. A pesar de la dificultad de ser constante en este mar por la falta de continuidad de buenas olas, se despunta cierto nivel, y sobre todo se distingue alegria de poder pillar olitas en la misma ciudad.
Buenas olas en el mediterráneo cerca de casa. No hace falta demasiado más para dormir con una sonrisa en los labios.