Nadie puede predecir cuántos años más hubiese seguido Andy Irons en la escena de la competición. Hoy tendría 38 años , 5 menos que Kelly. Mientras que el objetivo de Slater ha sido mantener una vida sana, enfocado a la dieta para conseguir un cuerpo casi perfecto, es difícil de imaginar a Andy Irons con su forma de vida provocando a surfers 15 años menores que él. Pero sin duda que sería un espectáculo impagable.
Andy Irons creció en Hanalei, Kauai, una ciudad del norte poblada por locales y personas que dirigían la industria del turismo de Kauai. Su padre, Phil, carpintero y surfista y uno de nueve hermanos, se había trasladado a Hawai desde California en 1970. Andy y Bruce, que es de 16 meses más joven que Andy, pasó la mayor parte de su infancia compitiendo con sus amigos y primos en las perfectas olas de la isla.
Los dos hermanos consiguieron ser profesionales, pero fue Andy quien estalló en 1996, ganando el HIC Pipeline Pro, en las inmediaciones de Oahu, a los 17 años. Unos meses más tarde, todavía siendo relativamente desconocido, Irons mostró que no fue un golpe de suerte al ganar otro evento, esta vez en Teahupoo.
En el momento que Irons se unió a la élite de la ASP World Tour, en 1998, también había desarrollado una reputación por su comportamiento salvaje fuera del agua. El tour incluía un montón de tiempo de libre, que el dedicaba a divertirse. Terminó 34º en la temporada de 1999 y consiguió, por los pelos, estar otro año más en la máxima categoría.
“Se rumoreaba que viajaba en el tren de la fiesta a demasiada velocidad”, dice Matt Warshaw, autor de The History of Surfing, una crónica exhaustiva sobre este deporte. Mientras que la gente de su edad hacía fiestas en la universidad el tenía suficiente dinero para derrochar y groupies en cada parada. Taj Burrow dijo en un vídeo promocional de Billabong: “Donde quiera que vamos, se celebra la fiesta más importante del año. No tienes otro remedio que ir.”
En 2002, cuando Kelly Slater volvió a la competición después de un paréntesis de tres años, se suponía que iba a perder su corona. Ni mucho menos. Irons venció a Slater y consiguió el título mundial ese año. Lo hizo de nuevo en 2003 y 2004. “Andy Irons fue el único rival digno del mejor surfista que alguna vez haya puesto un pie sobre una tabla”, dijo Warshaw.
Hasta el 2007 ningún surfista que no que fuera Irons o Slater pudo ganar el WCT. Mick Fanning consiguió la corona que había provocado esa rivalidad tanto fuera como dentro del agua. También dividió el mundo del surf. Eras de Slater, una vida limpia, un modelo de vida que competia con un traje blanco, o eras de Irons, el advenedizo arrogante que vestía de negro y le gustaba decir palabrotas.
En apariencia, las cosas empezaron a romperse durante la temporada 2005, cuando Slater ganó su séptimo título. Añun así Iron seguía dando guerra quedando segundo. Pero la presión empezaba a afectarle y su comportamiento dennotaba que empezaba a perder los nervios; tras una partida de poker con sus amigos en un barco, arrojó un ordenador portátil al Pacífico. Después de una manga mala, salió maldiciendo del agua y rompiendo su tabla de surf.
En el 2007, Irons dejó el circuito mundial. Los rumores acerca de su consumo de drogas empezaron a hacer mucho ruido dentro de la indusdtria del surf. Se rumoreaba que consumía OxyContin.En noviembre de 2007, Irons y su novia, Lyndie Dupuis, se casaron en Kauai. Por aquel entonces, algunos editores de revistas de surf sabían que Irons había estado en rehabilitación y que quería confesar públicamente. Pero si la divulgación estaba planeada, Irons nunca llegó a hacerlo públicamente ¿acaso debía? El padre de Andy, Phil Irons, tampoco quiso hablar. “Son problemas que mucha gente tiene,” dijo. “No son cosa para hablarlas. Nunca.“
Se puso en tratamiento, y funcionó , volvió al Tour.Pero lamentablemente ese cambio en su actitud no duró mucho y en 2008 en la gira por Francia desapareció durante una prueba. Surfeó bastante mal en su manga y no se presentó en la siguiente. Terminó el año en 13ª posición, pero decidió no competir en 2009. “Animamos a Andy a que se tomase un año sabático”, dice Naudé, “porque había perdido el deseo de estar en el Tour.”
Slater, por aquel entonces se había convertido en amigo íntimo de Irons, dijo que Irons se había confesado con él. 'Tengo un montón de problemas esperando cada prueba y llevando todo esto.” Irons les dijo a otros amigos que se sentía atrapado, porque creía que el surf en el Tour ya no le gustaba pero que era su única opción profesional viable. La soga de la presión era una cuerda que agarraba fuerte.
Los últimos días de Irons todavía son un misterio pero es posible reconstruir los principales acontecimientos. Llegó a Puerto Rico en la noche del 27 de octubre, pero cuando la manga a tres estaba en el agua el 30 de octubre, él no apareció.La primera ronda no es eliminatoria, por lo que estaba programado que Irons surfeara al día siguiente, 31 de octubre. Una vez más no se presentó, y esta vez llamó al gerente de la World Tour,Renato Hickel, para retirarse formalmente. Irons se quejó de síntomas parecidos a la gripe. El surfista fue asistido por un médico en su apartamento alquilado en Isabela, a cinco minutos lugar del campeonato. No está claro de qué fue tratado, pero se sabe que la gripe había estado rondando entre los surfistas. Irons fue llevado al aeropuerto de Puerto Rico en la noche del domingo, donde iba a comenzar su largo viaje de regreso a Hawai.
Un Irons muy enfermo había tratado de abordar su vuelo de conexión a Honolulu a las 11:30 de la mañana, pero fue rechazado en la puerta de embarque de America Airlines, algo que la empresa niega. Se hospedó en El Grand Hyatt DFW que se encuentra en el interior de la Terminal D en Dallas, por lo que pudo realizar el check in a las 08:47. Abrió la puerta de la habitación 324 a las 8:59, comió un bote de mantequilla de cacahuete, bebió una botella de Evian, y un par de refrescos. Nunca volvió a abrir la puerta de nuevo. A la mañana siguiente, Isaac Ambriz, un empleado de seguridad del hotel, fue informado por el operador del hotel que Irons no estaba respondiendo a sus llamadas de despertador. A las 9:43, Ambriz llegó a la habitación.Al comprobar que no se inmutó, el trabajador llamó a su supervisor y confirmaron la trágica noticia; Andy Irons había fallecido.
A pesar de todos los rumores del abuso de las drogas y los informes de la enfermedad, uno sólo puede especular acerca de lo que lo mató;una trágica combinación de el dengue y los medicamentos recetados. Irons estuvo deambulando entre diferentes zonas horarias, sin dormir, había bebido en Miami y, según su esposa, estaba enfermo en el vuelo de vuelta a Dallas.
En los días siguientes a la muerte de Irons, los aficionados de todo el mundo salieron al mar a celebrar su legado, mientras que sus amigos se preguntaban si realmente Irons había tirado todo por la borda por algo tan banal como la sobredosis de drogas. Sus amigos confiaban en que el nacimiento de su hijo fuera un punto de inflexión en su vida.Su mujer estaba embarazada de 8 meses. “He visto a Andy ser bueno y malo, pero la única cosa que hizo que rompiera con todo era que estaba muy emocionado de ser padre,”declaró un amigo de la familia.
La muerte de Andy Irons quedó como un mito en el tiempo. No importa lo que redactase el forense en su informe, la vida de Irons no puede resumirse en un informe toxicológico. Pero cuando su hijo pregunte quién fue su padre le recordarán que fue un hombre que vivió rápido e intensamente.Que amaba el surf, pero odiaba la fama que ello conllevaba. Y que luchó muy fuerte para superar los problemas de los que jamás se podía hablar. En una vida que pareció una montaña rusa, Irons encontró la paz en el surf y como él mismo dijo :“Surfear es lo más cercano a ser besado por Dios.”