Uno de los neurotransmisores que actúa a nivel cerebral cuando practicamos deportes extremos es la famosa adrenalina. La adrenalina hace que reaccionemos instantáneamente a esa situación de riesgo,produce un estado (momentáneo) de euforia, de máxima energía y de capacidad de acción. Después la persona siente una agradable sensación de relax gracias a la liberación de endorfinas.
Dentro de las prácticas deportivas como el surf debemos distinguir el nivel profesional y el nivel amateur. Es importante distinguirlos en relación al dominio de los aspectos psicológicos asociados a él. El factor principal es el control de la atención y la concentración. Los profesionales entrenan su capacidad de atención y su concentración cómo forma de prevenir lesiones y de optimizar su rendimiento.
Esos momentos en los que agarramos la tabla, y nos metemos al mar, para olvidar la discusión con la pareja o el cabreo en el trabajo, quizá no sean la mejor ocasión para practicar un deporte extremo.
Si bien por el bienestar que nos genera la descarga de adrenalina, puede parecernos el mejor plan para afrontar estas situaciones, lo cierto es que si lo miramos desde el punto de vista de la prevención de lesiones, no sería la mejor decisión a tomar. La atención y la concentración son capacidades de nuestro cerebro.Capacidades vulnerables a la fatiga, el cansancio y al desgaste físico. Una mente cansada, fatigada o con pensamientos centrados en una preocupación (problema económico, laboral, de pareja…), reduce su capacidad para estar concentrada y focalizada en la actuación deportiva. No será tan capaz de detectar indicadores de riesgo, ni de focalizar en las tareas motrices a desarrollar en cada momento concreto y por tanto el riesgo de padecer una lesión aumenta significativamente.
Existen estrategias para conseguir una atención y concentración adecuada para rendir mejor, pero que también nos ayuda a prevenir lesiones.
1.Comprueba cómo te encuentras antes de empezar
Al igual que no saldrías a correr con un esguince de tobillo, evita prácticas de riesgo cuando te encuentres ante importantes preocupaciones que no dejan que te concentres en otra cosa. Si ha sido un día duro, o tienes una preocupación que domina tu mente en cada momento, tómate el día con calma; no es el mejor momento para asumir riesgos. Practica la sesión con calma y resérvate para unas condiciones más óptimas.
2.Entrena tu mente
Al igual que entrenas el cuerpo, debes hacerlo con la mente. Ya avanzamos los principios de la meditación y la importancia que tiene para los surfistas. Hoy te proponemos la práctica de la visualización. Siéntate en la playa durante 15 min al día, solo mira las olas e intenta visualizarte surfeando. Acuérdate de prestar atención a los indicadores que atenderías para seleccionar la ola de la serie, y a la información que te viene por los sentidos ( brisa y salpicaduras de agua en la cara, sensaciones cinestésicas a nivel muscular, sonido de la ola…)
3.Entiende el miedo
En cuanto al miedo, como emoción, hay que decir que tiene su origen en la evolución y que por tanto los estados emocionales no son exclusivos del cerebro humano sino también de los animales, y que cumplen una función dentro de la supervivencia. Según Freud, el miedo puede tener una fuente imaginaria o no conocida, y desde ese punto de vista la ansiedad es una señal interna que anticipa este peligro y que se vivencia como una sensación anticipatoria desagradable que alerta a las personas a defenderse o a evitar algo (Freud, S. 1936). Además el miedo también tiene relación con situaciones ambiguas o novedosas; por ejemplo los surfistas Y bodyboarders no están igual de cómodos con olas del mismo tamaño cuando las surfean en su playa habiltual a cuando lo hacen en un nuevo y desconocido spot.
¿Cómo debe enfrentarse a este miedo el surfista? Lo único que podemos hacer es ser respetuosos en relación a nuestros valores y decidir que riesgos asumir y cuales no, en momentos de “calma” emocional. Nunca tomes decisiones permanentes, con emociones temporales. Os recomiendo que hagáis una buena toma de decisiones, analizándolo en diferentes días o momentos. Y cuidado con la euforia posterior a un momento de liberación de adrenalina porque os puede llevar a no hacer una buen análisis del riesgo, y por tanto, poneros en peligro.