Texto y edición por Andrés Sánchez Belzunces
Tras las grandes catástrofes de estos últimos años, en concreto el de la pandemia del Covid-19, le derivan otros muchos problemas tanto sociales, como políticos … Pero de entre ellos destacar el problema medioambiental de la contaminación de los plásticos generados.
Y es que desde que comenzó la pandemia los expertos avisaron del peligro de no reciclar y contaminar tirando las mascarillas y otros artículos al medio ambiente.
Ya que estos estan formados por plásticos que se descomponeré en microplásticos, y como bien sabemos estos acaban integrándoselos en el ciclo del agua llegando desde nuestras plantaciones y vías fluviales hasta el océanos.
El problema es, mucho más grande, que el reciente numero de mascarillas tiradas a la calle. Ya que las grandes compañías industriales y otras actividades comerciales sueltan microplásticos al medio ambiente de infinidad de modos que acaban afectando a los ecosistemas. Incluso los microplásticos acaban siendo inferidos por distintas especies, y en consecuencia en nosotros mismos.
Como hemos mencionado la contaminación por microplásticos es más conocida como contaminante en océanos, lagos y ríos. Pero los microplásticos también tienen un impacto en la tierra: pueden romper la estructura del suelo y dañar a los seres vivos que habitan allí, por ejemplo, cuando es ingerido por las lombrices de tierra.
Los microplástics en la agricultura
Estos problemas están relacionados ya que los microplásticos en el suelos acaban en ríos, lagos y al final en el océano. Y estos plásticos tienen una larga vida tanto en el agua como en el suelo, ya que pueden acabar degradándose en siglos.
Un desafío es determinar el contenido de microplásticos en el suelo. La dificultad radica en el hecho de que las características químicas y físicas de las partículas microplásticas son similares a la materia orgánica, lo que dificulta mucho la separación de los plásticos del suelo.
Los agricultores utilizan lodos de depuradora para utilizar su materia orgánica, es decir utilizan los residuos biológicos como fertilizante orgánico para los cultivos. Pero los microplásticos acaban en estos lodos a través de las aguas residuales.
Por lo que hay una gran cantidad de estos plásticos que no solo acaban en los océanos sino que acaban en tus productos de alimentación cotidianos, frutas, legumbres, hortalizas… Y en consecuencia casi cualquier producto alimenticio.
Los microplásticos ingresan al compost como fragmentos de envases de plástico para alimentos en los desechos biológicos recolectados.
Uno de los grandes problemas sobre el tema es que la información sobre la contaminación por microplásticos es escasa, el análisis no es el suficiente si no se hace un seguimiento continuado sobre cantidades e impactos.
Nuestra falta general de conocimiento sobre la escala de la contaminación por microplásticos requiere un rápido progreso en la investigación para poder tener la suficiente información con la que hallar mejores soluciones.
Esto deriva en que se necesita hacer mas pruebas para evaluar la situación y decidir si es necesario adoptar nuevas políticas medioambientales. Mientras tanto los agricultores se enfrentan al dilema de reciclar los desechos biológicos como fertilizante para aplicar una economía circular. Mientras se siguen contaminando sus campos.