Parecen criaturas salidas de otro mundo o del pasado más remoto de la Tierra, pero habitan en los mares del mundo y son tan integrantes de la cadena de la vida como lo es el mismísimo ser humano. Te invito a conocer el curioso caso del tiburón duende
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Los tiburones duende no son fáciles de encontrar, pues habitan en las profundidades, en los lechos marinos de los océanos Índico, Atlántico y Pacífico, con más frecuencia en Guyana, Surinam, Portugal, Japón, Australia, Sudáfrica y California. En cautiverio no sobreviven más de una semana.
Como viven en lugares donde no llega la luz del sol, para poder alimentarse, los tiburones duendes poseen unos órganos sensoriales en su hocico que detectan las ondas eléctricas y a través de ellos pueden localizar sus presas, que consisten en peces, cangrejos, crustáceos, pulpos y calamares, entre otros.
La piel del tiburón duende es un organismo muy extraño. Su coloración va del rosa al gris, muy diferente a lo que estamos acostumbrados a ver en un tiburón, pero no nos llamemos a engaños: no posee pigmentos rosados en la piel, sino que esta es transparente y puede verse la sangre a través de los conductos capilares.
No solo la piel es rara en este animal acuático, sino que su cuerpo muestra características inusuales. Tiene un hocico alargado y aplanado, lleno de receptores sensitivos, llamados ampollas de Lorenzo. Su boca muestra una hilera de dientes afilados que nacen de una mandíbula protuberante, pero suave, que lo hace parecer una criatura fantástica.
El tiburón duende tiene ojos muy pequeños, cuya función es menor puesto que la vida en las profundidades le ha desarrollado otros mecanismos adaptativospara percibir su entorno. Sin embargo, son un buen apoyo para las ampollas, pues detectan movimientos y detalles útiles a la hora de capturar las presas.
A pesar de ser considerado el pez más feo del mundo, también se reproducen, y lo hacen por medio de reproducción ovovípara.Los embriones abandonan los huevos aún dentro del útero materno para luego ser dados a luz. Pero en general se desconoce cómo es todo el proceso, ya que viven en lugares muy profundos, donde el ser humano no alcanza a indagar.
El tiburón duende y el surfista no suele ser una combinación nada frecuente, de hecho hasta ahora ha sido inexistente.Se cree que existen muchos tiburones duende; sin embargo, su interacción con el hombre es muy escasa. Aunque en Japón se les comercializa, rara vez se tropieza el hombre con una de estas fascinantes criaturas, algo que seguramente los ha salvado de una posible extinción.