Aitor Francesena se enamoró del surf desde muy joven, con 12 años en su querida Zarautz. Como tantos chavales de la epoca comenzó a meterse al agua tanto como podía, a arreglar sus primeros toques, a crear sus primeras tablas. A escondidas de su familia al principio, temerosa de que ese deporte “de riesgo” pudiera afectar a su dolencia. Porque Aitor “Gallo” Francesena nació con glaucoma congenito, una enfermedad que va mermando la visión progresivamente y que puede llegar, como en su caso, a dejarte ciego.
Aitor destacaba ya entre los surfistas de Zarautz cuando tuvo la idea precursora en Europa de transmitir sus conocimientos y entusiasmo, su fe en el esfuerzo y el trabajo, a una cantera de jovenes surfistas zarauzttarras, entre ellos futuras estrellas del surf español e internacional como Aritz Aranburu, Hodei Collazo o Axi Muniain. Entrenar a esos jovenes para perfeccionar su surf, aplicando metodos propios y mucha constancia. Y dio excelentes resultados.
Poco a poco, primero la de un ojo a los 14 años y posteriormente debido a un golpe con el agua la del otro, Aitor perdió la visión. Pero eso no ha sido, para nada, un impedimento para que este crack del surf y de la vida siga no solo cogiendo olas tan a menudo como siempre, sino entrenando a fondo a otros surfistas, escribiendo libros de tecnica de surf más que recomendables, los imprescindibles “Querer es Poder” y “Las olas contadas”, representando a España con la selección de surf en campeonatos internacionales dentro de la categoria surf adaptado y, sobre todo, dando un ejemplo de superación y motivacion a los demás.
La pasión de este guipuzcoano por el surf es total: “El surf es mi vida, lo que me motiva a seguir a delante, lo que hace que un día normal se convierta en genial si tengo un baño, lo que me llena totalmente. Y transmitir con los libros y los entrenos esa pasión que siento y ver que es bien recibida, que gusta y que la gente disfruta, me llena de alegría igual que una buena ola.”
Su entusiasmo es contagioso y su sonrisa lo dice todo: Aitor está muy vivo, es feliz, lleno de actividad y proyectos, nunca superado por las circunstancias, siempre lleno de ganas de afrontar nuevos retos, nuevas olas en su vida. Esa energía, optimismo extraordinario, ejemplo y animo para todos, es la que le lleva a dar charlas, seguir su excelente trabajo con los jovenes surfistas y ser, sin duda, un ser humano motivador . Gracias, ezkerrik asko, Aitor!