“Me pongo protector solar contra el sol, pero no he encontrado nada en contra de la radiación.”
Será difícil olvidar el devastador desastre de Fukushima de 2011. El 11 marzo Japón fue golpeado por un terremoto de magnitud 9,0, que a su vez generó un tsunami frente a la costa, matando a 18.500 personas. La ola también afectó a la central nuclear de Daaichi, causando una catástrofe nivel-7 equivalente a la fusión nuclear de Chernobyl. La contaminación por radiación resultante fue salvaje.
Tairatoyoma Spot, Fukushima
Durante los últimos cinco años, alrededor de 50.000 personas han trabajado continuamente para descontaminar la planta y detener las fugas (eliminan entre 5 y 30 cm de suelo contaminado todos los días, colocándolo en bolsas de plástico, que se almacenan en las afueras de la ciudad hasta que se se pueda encontrar una solución mejor). A pesar de todo esto, los surfistas todavía reman hacía las olas todos los días en la playa Tairatoyama, una prefectura de Fukushima a solo 50 Kms. de la planta nuclear, aunque la radiación está todavía presente en el agua y la arena, y cientos de sacos de arena contaminada se amontonan en la playa.
“Me pongo protector solar contra el sol, pero no he encontrado nada en contra de la radiación”, cuenta un surfista local. “Vengo a la playa y surfeo Tairatoyoma varias veces a la semana. Es mi pasión. No puedo dejar de hacer surf “.Sin embargo, la radiación es salvaje: Un alto empleado de la central nuclear dijo que nunca habría que volver a nadar en las aguas deTairatoyoma Beach porque el agua está demasiado contaminada. Cinco de los amigos de este surfista que trabajaban en la planta ahora sufren daño cerebral. Pero ello no ha cambiado la determinación de los surfers locales que siguen entrando a surfear cada día. “Sólo sabremos las verdaderas consecuencias de nuestro surfing de este tiempo post desastre nuclear dentro de 20 años”.
Jimmy Yoshio Shibata es un surfer del área que emigró de Japón con su familia debido al desastre nuclear de Fukushima. Tenían parientes en Suecia y decidieron establecerse en el pequeño pueblo costero de Härnösand, en la costa norte del país. En este vídeo seguimos a Jimmy en su misión de búsqueda de otra Matsube, su ola favorita allí en Japón, para encontrarla esta vez en las frías aguas del Mar Báltico.