La orca fue filmada después de la actuación con una actitud nada común a la de un animal, “parecía como si quisiese suicidarse,” describía una espectadora del nefasto show.
El Loro Parque de Tenerife se ha convertido en protagonista de la última polémica relacionada con este tema desde que empezó a circular por las redes sociales un vídeo en el que se ve cómo una orca decide voluntariamente salir del agua y permanecer en una plataforma durante diez minutos.
La polémica alrededor de este ejemplar no comienza aquí, sino que se remonta al año 2010, cuando Morgan, que así es como se llama esta orca, aparecía en una playa de los Países Bajos. Un juez dictaminó que el animal debería ser trasladado al Loro Parque, el que ha sido su hogar desde entonces, una decisión tomada en contra del deseo de numerosos colectivos animalistas que pedían la puesta en libertad del animal.
Un reciente estudio indica que Morgan padece un grave tipo de sordera que la inhabilita para la vida en libertad, algo que daría la razón a quienes aseguraban que el ejemplar debe vivir en cautividad.
Pese a todo, quizá sea el ser humano el responsable último de que el ejemplar haya terminado en esta situación, ya que la sordera en los cetáceos puede deberse a la actividad humana, puesto que las explosiones ligadas a la actividad militar o a la petrolífera pueden causar incluso su muerte directa, algo que se ha comprobado en otras ocasiones.
Antes de finalizar esta noticia, aprovechamos para aquellos que desconociesen cómo llegan otras orcas como Morgan al parque de los horrores, he aquí un vídeo documental del transporte de orcas desde EEUU a Tenerife.