Para los que no lo conozcan Tom Morey fue un reconocido surfista de la década de los 70, además de una especie de genio inventor que destacó por la creación del bodyboard.
Morey originario de California, hizo historia al mudarse a Hawaii para dedicarse al surf y despejarse de su trabajo de ingeniero. Allí es donde invento el llamado boogie. Según se cuenta esto ocurrió al romperse una de sus tablas y salir del agua sobre el trozo de tabla partida por la mitad tumbado hacia la orilla.
Tras esto Tom se obsesiono de algún modo con surfear con tablas más pequeñas que le permitiesen maniobrar de una forma más ágil Cogió sus herramientas y empezo a darle forma a un trozo de espuma de poliestireno rectangular. La cubrió de cola y la empapeló con papel de periódico nombrándola S.N.A.K.E (Side Navel Arm Knee Elbor). Y así nació el Bodyboard en la década de los 70.
Tres años más tarde patentaría la marca Morey Boogie por tan solo 10 dolares. A los pocos años vendió la patente, cuando vendía alrededor de 80.000 “corchos” anuales. Algo increíble en su momento y que trajo una revolución a las playas.
De hecho desde el momento que probo la primera tabla de boogie un espectador le pregunto donde podía comprarle una, pronto pasaría a construir unas cuantas tablas a la semana, para posteriormente recorrer las playas de Estados Unidos vendiéndolas a todo tipo de amantes del océano.
Hoy en día su patente es propiedad de Wham O, que posee los derechos sobre la marca registrada. Esto significo el cambio de nombre a bodyboard. El problema es que cuando la vendió lo hizo para centrarse en inventar más cosas.
Pero no triunfó con ninguna de ellas, ni se lucro con la más importante que creó (el bodyboard). Es decir, ni si quiera hizo dinero suficiente para pasar sus últimos años de vida con tranquilidad.
De hecho hace 4 años los problemas de Tom se hicieron eco debido a una campaña que realizarón sus amigos para ayudarle a comprar su propia casa de la que iba ser desahuciado. Todo esto se le junto con una ceguera severa. Entre todo esto sus amigos destacaron que siempre tuvo alma de inventor, pero que lo suyo nunca fueron los negocios y esto le llevo a tal situación económica .
Así fue la vida de Tom Morey, que acaba de fallecer a los 86 años, dejando un legado histórico en los deportes de agua. Un surfista e ingeniero que revoluciono el mundo de cierto modo y al que debería de reconocérsele más su éxito. Descansa en paz.