Texto Víctor Gallego
Hace un puñado de años, los más jóvenes no lo recordarán, un conocido actor gallego saltó a la fama nacional por una palabra tan corta y, a priori, incircunstancial como fue “el concepto”. Manuel Manquiña hacía gala de la retranca gallega con una frase que pasó a la historia.
Aquí y ahora el concepto, como dijo ese actor de mi tierra, el concepto es el surf! Y, ¿por qué no? Para cuando una película de surf rodada en nuestras playas, no una película documental, sino una película como en la que en su día se reveló en las taquillas de la meca del cine, California.
Imaginémonos un gran miércoles rodado en Pantín, en Mundaka o en cualquiera de las olas que alberga el archipiélago canario. En su día, The Big Wednesday fue el referente cultural de miles de jóvenes que querían y perseguían lo mismo que sus tres protagonistas. Rebeldía, inconformismo y surfing. Una película que marcó no solo a los jóvenes de la época en la que fue rodada, sino que llegó a nuestros días como uno de los referentes cinematográficos del cine de surf.
O, si nos vamos a una documental, ¿por qué no un The Endless Summer rodado en las regiones más arraigadas al surf de nuestro país? Vayámonos a un escenario como el de la joya de la corona de los documentales de surf. En esta película dirigido por el cineasta norteamericano Bruce Brown se sigue a dos jóvenes surfistas por todo el mundo en busca de la ola perfecta. Y encuentra no solo un buen número de ellas, sino que además termina por encontrar algunos a un puñado de particulares personajes locales. ¿No nos sobra esto aquí?
Y si ya queremos ser más contemporáneos y canalla, podemos escaparnos del agua para rodar una película tan transgresora como fue Lords of Dogtown.Y recorrer las miles de urbanizaciones abandonadas que nos dejó una crisis, en gran parte, provocada por el boom inmobiliario. Así podríamos repetir escenas como las que se vivían en esta película que reflejaba la vida de unos jóvenes skaters a principios de la década de los 70, en Venice, California. Aquí también podemos ser los jodidos amos del dogtown.
En España se ruedan más de 250 de películas al año, tal vez incluso alguna con los ingredientes que menciono al inicio de este artículo, pero, por lo que fuese no han trascendido. Aquí lo más cerca que tenemos en el ámbito audiovisual son las obras de Pedro Temboury, La primera ola y Monopatín.
Mi idea, mi propuesta, mi visión va más allá. Tenemos las localizaciones, seguramente podamos conseguir los medios, pero lo mejor de todo es que tenemos un escenario privilegiado en el que es posible el rodaje de una de estas historias que pasaron a la historia reciente de nuestro cine.
Como hacía referencia al principio, el concepto es el concepto, y, en este caso, el concepto es una jodida película con estos estilos en nuestros cines.