El creador de la ONG Surfer Not Street Children acaba de lanzar el programa Girls Surf Too para rescatar de las horribles circunstancias en las que viven las jóvenes olvidadas de Sudáfrica.
Los creadores
Tom Hewitt es el héroe del que hablábamos, un surfista que se ha esforzado por conseguir un mundo mejor, es el fundador del grupo sudafricano Surfers Not Street Children (SNSC).
Hewitt creció como surfista en el Reino Unido, pero a principios de los años 90, se mudó a Sudáfrica para luchar contra el Apartheid y surfear.
Trabajó en los colegios electorales durante la histórica votación de Nelson Mandela en el 94. Aprendió a hablar zulú y xhosa.
En definitiva, en una época en la que se lucha tanto por la igualdad de derechos, sueldos y ayudar a las mujeres, pocas personas han hecho un gesto tan original y que ayude tanto como esta campaña que une el surf con el lado más solidario de las personas jóvenes que estaban en la calle, así que se decidió a combinar el surf con un trabajo de ayuda a los chicos.
SNSC tiene su sede en Durban y lleva ayudando a niños por más de 20 años. Hacé poco lanzaron otro programa en Mozambique, que cuenta con el apoyo del Papa Francisco.
SNSC no solo está haciendo un trabajo increíble para sacar a los jóvenes africanos negros de la calle y mostrarles una vida mejor a través del surf, sino que también está ayudando a superar las barreras mentales de la era del Apartheid.
El Programa
Su último programa Girls Surf Too, en el que pone el foco en algunas de las personas más vulnerables en el área de Durban Point.
En este rescatan a niñas de entre 10 a 14 años que a menudo son olvidadas, ignoradas y forzadas a la prostitución.
Las chicas contaban con ayuda, al llevarlas a albergues, pero que en muchas ocasiones era peor, ya que estaban cerca de las calles más peligrosas y las pandillas tenían control sobre estos barrios.
Además Hewitt y Ngema cuentan cómo al ir a rescatar a una chica de estos albergues un miembro de la pandilla les reconoció y le ayudó a rescatar a más jóvenes en esa situación, ya que decía que no quería que sufriera como lo habían hecho ellos de niños.
Actualmente el programa cuenta con 45 niñas, que mediante el surf pretenden asesorarlas, curarlas y superar barreras mentales.
Con el objetivo de que superen sus traumas y se puedan abrir para seguir con una ayuda a largo plazo.
Este programa tiene una casa conocida como Surf Club, que es un centro de rescate de emergencia.
El último movimiento que ha hecho Hewitt es una campaña para recolectar fondos con los que mantener el programa los próximos años, ya que le cuesta mantenerlo 30.000 dólares al año.
En definitiva, en una época en la que se lucha tanto por la igualdad de derechos, sueldos y ayudar a las mujeres, pocas personas han hecho un gesto tan original y que ayude tanto como esta campaña que une el surf con el lado más solidario de las personas.