El desafortunado turista alemán de la playa de Dunedin en Nueva Zelanda, tuvo que aprender la lección a través del refrán “la letra con sangre entra”.Y es que el turista teutónico estaba en el lugar incorrecto en el momento correcto.
Intentó hacerse camino hacia la costa con la pleamar y un swell muy fuerte. El surfista amateur terminó siendo arrollado repetidas veces contra una escalera de cemento rodeada de rocas. Exhausto casi decidió tirar la toalla hasta que el surfista local Jeff Patton bajó a ayudarle a ponerle a salvo. Pero lejos de sentirse un héroe, Patton se mostró cabreado, ya que en su mente esto jamás debería haber sucedido.
“¿Estás bien?¡Eres un hombre jo**damente afortunado.Podrías haber muerto!” declaraba asustado y cabreado Patton al turista.
“¡Oi! ¡Mantente lejos de aquí cuando el mar esté así!” avisaba Patton al cada vez más estremecido turista que respondía con un simple “yeah” mientras trataba de recuperar el pulso y el aliento.