Antes del surf estaba el basket, yo me entrenaba duro, salia a correr por las tardes y especialmente me gustaban los dias de lluvia y por supuesto jugaba todo lo que podia, no se me daba mal. En aquel entonces ya habia probado las sensaciones que dan al deslizarte por una ola, en verano, como todos.
El baket me hizo sufrir, me encantaba jugar y mi equipo se hacia hueco en las ligas escolares, eramos muy buenos y ganabamos casi todo, me rompi tres veces los ligamentos del tobillo derecho y me fisure el perone izquierdo, despues descubri que tenia un problema en la planta de los pies, el puente demasiado pronunciado, lo cual afectaba a la estabilidad de mis tobillos y las lesiones no hacian mas que agravar el problema, cuando lo supe, mi tobillo derecho ya iba a su bola.
Entre tanto las olas iban pillando su espacio.
Recuerdo un buen dia, levante de un metro pasado, enero del 94 creo. Habia quedado para jugar con mis colegas en una cancha de mini basket que habia al lado de mi casa, dos para dos y los aros a menos de tres metros, una delicia para echar un rato. Al ser invierno no habia nadie en la urbanizacion, era para veraneantes... En fin, estabamos jugando y yo no le quitaba ojo a las olas, ni jugaba ni surfeaba, una putada.
Me fui a las olas ese dia, mis colegas se enfadaron, pero mas adelante el destino me lo aclaro todo, fue un dia en que perdi un autobus, pero eso ya lo conte aqui hace tiempo.